ENSEÑAR, ES APRENDER DOS VECES (Joseph Joubert)

27 febrero 2011

Entreculturas


Entreculturas es una ONGD promovida por los jesuitas que defiende el acceso a la educación de los más desfavorecidos, como medio de cambio social, justicia y diálogo entre culturas.

Educar es dar oportunidades a través de una educación de calidad que:


Posibilite una vida digna

Entreculturas apoya proyectos formativos que van desde la Educación Primaria hasta la profesional, desde la formación bilingüe en los Andes hasta la preparación para el bachillerato en los campos de refugiados de Kenia. Desde las aulas de esteras de Perú a las clases por radio en Guatemala o Paraguay. Desde programas de defensa de los Derechos humanos en zonas de conflicto a propuestas de mejora de las condiciones de vida de la mujer.

Este esfuerzo sería de poca utilidad si el fruto de la educación no sirviera a las personas a las que apoyamos para encontrar un empleo, acceder a un salario estable, romper el círculo de la pobreza y dignificar su vida


Permita el crecimiento personal

La construcción de una humanidad más digna va más allá de la satisfacción de las necesidades básicas.
Apostamos por una educación integral de la persona:

- Que fomente la autoestima y ayude a descubrir a cada uno que somos personas ricas en derechos que merecen ser defendidos.

- Que transmita valores de convivencia, la resolución pacífica de conflictos y el respeto por los demás.

- Que fomente la ciudadanía, la participación en los debates públicos, la creación de sociedad civil y el fortalecimiento de la democracia.


Se realice junto a la comunidad

Las actividades con chicos y chicas de Cairacica (Brasil) fueron reclamadas por la propia población como propuesta para combatir el fracaso escolar y los problemas sociales del barrio. Las Yachai Wasi de Bolivia nacieron como respuesta a la demanda de las comunidades quechuas, aymaras y guaraníes que reclamaban una propuesta educativa que respetara su lengua y frenara el éxodo forzado a la ciudad de sus hijos adolescentes.

La participación de todos y todas es una declaración de principios sobre cómo entendemos que debe ser una sociedad nueva.


Promueva la justicia social

Erradicar la pobreza del mundo es posible y la palabra clave no es cantidad sino reparto. No es justo que tantos millones de personas pasen necesidad habiendo riqueza para todos.
La injusticia es un hecho y sus causas están tanto en el comportamiento de las personas que la motivan, como en la indiferencia de quienes sólo observan.
Educar, dar oportunidades, es nuestra forma de apostar por el respeto de derechos y deberes. Al evaluar nuestro trabajo, el patrón por el que medimos si nuestro esfuerzo vale la pena es: ¿Estamos educando para crear un mundo más justo?





San Valentín

26 febrero 2011

¿Para qué sirven los niños?

Había una vez, en un pueblecito de montaña, una pequeña escuela. Los 17 niños que iban estaban al mando de un único profesor. Era una escuela unitaria. Por suerte para el profesor, la clase iba genial y los niños casi siempre llevaban las tareas hechas y se esforzaban por aprender. Un día de invierno Carla, la niña más alegre de la clase, llegó llorando. El profe, muy preocupado, fue a ver que le pasaba. La niña le contó lo siguiente:
“En mi casa apenas me hacen caso, y dicen que no soy mas que un estorbo. Profe, ¿Para que servimos los niños?”
El profe quedó muy sorprendido por la pregunta, y esa tarde estuvo pensando en su casa. Se le ocurrió entonces el siguiente cuento:

“Erase una vez, un hombre y una chica. Él se llamaba Peter y ella Ana. Era una mañana más del mes de noviembre, Peter se levantó y fue a desayunar, cogió una tostada, la untó de mantequilla, y sobre ésta, la mermelada de ciruelas. Probó la tostada, pero ese día algo no era como siempre, sintió que necesitaba algo distinto. Probó entonces a echar un poco de azúcar, y consiguió el toque perfecto que la tostada parecía estar pidiendo a gritos.

Más tarde, cogió el coche para ir a trabajar. En el trayecto saltó una lucecita en el coche, indicándole que una de las ruedas estaba pinchada. Entonces, bajó del coche para cambiarla. Abrió el maletero y cogió la rueda de repuesto que durante tantos años llevaba guardando, comprobando que no se deshinchara y cuidándola para que el día que tuviera que usarla estuviera en las mejores condiciones. Tras unos minutos, no demasiados, la rueda estaba cambiada, y Peter se dirigía de nuevo hacia su trabajo.

Al llegar al hospital, donde trabaja Peter, encontró unos niños jugando alegremente. Se estaban pasando la pelota de unos a otros. En uno de esos lanzamientos, la pelota salió desviada, y cayó por las escaleras, sin que nadie la detuviera; Con total libertad para ir en una o en otra dirección. La pelota chocaba con sillas, camillas, y cambia continuamente su trayectoria. Hasta que por fin, se detuvo al llegar al rincón desde donde Peter lo había observado todo. La cogió y se la devolvió a los niños.

Durante toda la mañana estuvo trabajando sin parar. Llegó la hora de comer, de volver de nuevo a casa. Una vez allí entró en la cocina dispuesto a prepararlo todo, puesto que ese día él cocinaba. Tocaba paella, pero se dio cuenta de que el arroz se les había acabado. El tenía un par de granos en un cenicero, pero con eso no haría nada. Así que fue al supermercado y compró muchísimos más granos.

Al final consiguió hacer la comida, pero para Ana, algo fallaba en la paella. Estaba un poco sosa, no disfrutaba comiendo el arroz como otras veces. Peter se levantó entonces y cogió un puñado de sal, lo echó sobre la comida de Ana y pareció un toque mágico, porque ahora si disfruta comiendo.

Esa tarde Peter se puso a terminar un puzzle que había empezado durante el verano. Cuando parecía que el puzzle ya estaba acabado se dio cuenta de que faltaba una pieza. Esto, enfadó mucho a Peter, que comenzó a buscarla por todos lados. Tras un largo tiempo buscándolo la encontró debajo del sofá y al colocarla en el puzzle se sintió muy satisfecho, había logrado encajar la última pieza de su puzzle.

Después de tan largo día, se marchó a la cama y en seguida se quedó dormido. Y con este relato de la vida de Peter, podemos aprender para qué sirven los niños.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado."


Los niños se miraban confusos. No había relación entre el cuento que el profe les había contado y el propósito del cuento; Pero el profesor sabía que esto iba a ocurrir y continuó diciendo:

Niños, el cuento refleja muy bien, para que servís los niños. Porque los niños sois:

- El azúcar, que endulza la tostada. El azúcar capaz de hacer que lo más monótono y rutinario cambie de repente y aparezca una nueva manera de ver el mundo.
Porque los niños, sois novedad y cambio

- La rueda de repuesto, que durante años es cuidada y educada con el fin de que algún día sea útil y todo lo aprendido tenga su puesta en práctica.
Porque los niños sois garantía de futuro

- La pelota que rueda y rueda sin preocupaciones, hasta chocarse con algo que modifique su trayectoria, que la oriente.
Porque los niños sois libertad, inocencia e ingenuidad

- El grano de arroz, que individualmente no puede crecer, pero que junto al resto hace que todo pueda salir adelante
Porque los niños sois parte vital de un gran colectivo, la sociedad

- Sois también la sal, que da alegría en el hogar, en la familia, en la escuela. Que es capaz de poner color hasta en los sitios donde la sonrisa parecía estar fundida, desde una residencia de ancianos hasta un hogar de acogida.
Porque los niños sois la chispa de la vida, sois sonrisa que contagia.

- Y sois la última pieza de un puzzle. Con la que se cierra un proyecto, pero se abre otro nuevo.
Porque los niños sois complemento indispensable de la formación individual.

Para todo esto y un montón de cosas más servís los niños, y sin niños nada tendría sentido.

La niña que ese día había venido llorando, acabó el día con la mayor de las sonrisas que el profesor jamás había visto. Una sonrisa de verdad, sincera. Por fin los niños sabían para que servían, y no se dejaban influenciar por quienes trataban de humillarlos.

Y aquí acaba este cuento, que como inventé te cuento.
Álvaro Fernández del Palacio

24 enero 2011

Items en Ed. Infantil

     A continuación se muestra una serie de imagenes con algunos de los ítems a conseguir en la etapa de educación infantil, clasificados por áreas y por edades:







21 enero 2011

20 enero 2011

Botes de sal pintada

Este taller, es muy facilito de hacer, y a los niños les encanta. Además que es un taller que se puede realizar desde bien pequeños, porque no conlleva ningún peligro.

Materiales:



- Sal fina
- Tizas de colores
- Embudo pequeño (o folio enrrollado)
- Bote trasparente con tapón 
- Mantel (o algo para cubrir la mesa)


Proceso:

    Cubriremos la mesa con un mantel, periódico,... para evitar que se manche. A continuación repartiremos a cada niño un bote trasparente (a poder ser de plástico). Cuando esten todos colocados en sus sitios, les echaremos un puñadito de sal y le daremos la tiza del color por el que quieran empezar.



    Para pintar la sal: Debemos colocar la tiza en posición horizontal, y frotarla contra la sal. Ésta poco a poco irá cogiendo color hasta alcanzar el tono que deseamos. Cuando ya tenemos el montoncito coloreado, cogemos el embudo y echamos la sal en el tarro creando una capa de color.
    A continuación haremos tantas veces como colores se quiera usar, y así hasta conseguir conseguido llenar el bote de coloridas capas horizontales.

    Es normal que la primera vez o las primeras veces no quede todo lo bien que se pensaba, pero seguro que pueden decorar un pequeño rinconcito de la habitación.

Estos son algunos ejemplos de esta manualidad:





    Y para los más expertos, les reto a diseñar nuevas formas, calcular los grosores de las capas, y darle a los botes un toque más artístico. Otro truquillo para darle un toque de originalidad, es introducir un palillo por el lateral de modo que creemos líneas verticales en el dibujo.

Como estos:




    Espero que os sea de ayuda, y disfrutéis de esta manualidad en buena compañía.



Los hombres aprendemos mientras enseñamos.
(Lucio Annea Séneca)


19 enero 2011

El abecedario

A continuación podéis encontrar las letras del abecedario
presentadas de forma atractiva para los más pequeños.
Cada letra se acompaña de un osito,
que varía su posición en función de la letra.



 
 

 

 


 

 

 

 

 
 






 
 


ESPERO QUE LES SEA DE UTILIDAD


DISFRUTEN ENSEÑANDO


18 enero 2011

El buscador



"Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como un buscador.

Un buscador es alguien que busca. No necesariamente alguien que encuentra. Tampoco es alguien que necesariamente sabe que está buscando. Es alguien simplemente para quien su vida es una búsqueda.

Un día un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó a lo lejos la ciudad de Kammir.  Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadores. La rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada… La pequeña portezuela de bronce lo  invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en aquel lugar. El buscador traspasó  el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar entre los árboles. Dejó que sus ojos se posarán como mariposas en cada detalle de ese paraiso multicolor, sus ojos eran los de  un buscador, quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción … "Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días". Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra. Era una lápida, sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar… Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado, también tenía una inscripción, se acercó a leerla,  decía "Llamar  Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas". El buscador se sintió terriblemente conmocionado.  Este hermoso lugar, era un cementerio y cada piedra, una tumna. Una por una empezó a leer las lápidas. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sentó y lloró. El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.
- No ningún familiar dijo el buscador - ¿Qué  pasa con este pueblo?, ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué hay tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que los ha obligado a construir un cementerio para chicos?.
El anciano sonrió y dijo: -Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven cumple 15 años en este pueblo, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre su libreta y anota en ella: a la izquierda que fue lo disfrutado…, a la derecha, cuanto tiempo duró el gozo. ¿ Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?…. ¿Una semana?, ¿dos?, ¿tres semanas  y media?… Y después… la emoción del primer beso, el placer maravilloso del primer beso ¿cuánto duró?, ¿El minuto y medio del beso?, ¿Dos días?, ¿Una semana? … ¿y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? …, ¿y el casamiento de los amigos…?, ¿y el viaje más deseado…?, ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano…?¿Cuánto tiempo duró el disfrutar de estas situaciones?… ¿horas?, ¿días?… Así vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos intensamente, cada momento , cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido."

Jorge Bucay


Este cuento no va dirigido a niños,
sino a aquellos, que de algún modo educan.
para que aprovechen cada instante de sus vidas,
y hagan que cada momento de la de los más pequeños sea
digno de anotar en sus y en nuestras libretas, reflejo fiel y sincero
del "verdadero tiempo vivido"

Sé feliz, y lucha por la felicidad de los demás